jueves, 28 de abril de 2011

¿De qué depende la buena salud?

Además de los líquidos y comidas que ingerimos, existen otros factores que indudablemente causan la aparición y desarrollo de múltiples enfermedades; estos factores están directamente relacionados con nuestras actitudes, comportamientos, etc. Estos van desde la actividad física que ejercemos de manera regular hasta la forma en como enfrentamos o vemos los diferentes problemas o conflictos, así como de alguna debilidad muy arraigada en nosotros mismos como el alcohol, tabaco, droga, etc.

El tabaquismo tiende en el individuo a sufrir de infartos tanto a corto como a largo plazo, fumadores entre 30 a 40 años tienen un riesgo de infarto de 5 veces más que las que no fuman; siendo los fumadores los más propensos a desarrollar enfermedades relacionadas con el corazón, cáncer en los pulmones o en la garganta.

El alcoholismo es el causante del 10% de todos los casos de presión alta, siendo los hombres de la cuarta década los más propensos. También el exceso del alcohol socava directamente al hígado, estomago, corazón y los instestinos.

Es comprobado además que una regular actividad física disminuye la presión arterial y los niveles de colesterol en la sangre. La actividad regular física en personas diabéticas les ayuda a controlar el azúcar de la sangre, mejorando de esta manera su perfil de lípidos. Por lo tanto la constante actividad física disminuye hasta en un 55% el riesgo de padecer enfermedades del corazón y de las arterías.

Otros factores como la crisis económica, la inseguridad, la delincuencia, la contaminación, el desempleo, la violencia, etc., son situaciones que influyen negativamente en el ser humano provocando el estrés; ya que afecta el equilibrio emocional, deteriorando directamente nuestra salud.

Vigilar nuestro estilo de vida, influye directamente en nuestra buena salud ya que principalmente nos sentimos mejor con nosotros mismos y con los demás. Por lo tanto los aspectos más importantes para mantener una buena salud dependerán en gran medida de tener una nutrición adecuada, ejercicio físico regular, además de ingerir una suficiente cantidad de agua. En las próximas entradas trataremos detenidamente algunos de los factores aquí mencionados.