Este mineral es esencial para la regulación del metabolismo de las proteínas, formación de hemoglobina en la sangre y mioglobina en el tejido muscular. Participa en la capacidad de resistencia a las infecciones y al virus de la gripe. Este mineral se encuentra en verduras como el tomate, repollo, lechuga, etc. En frutas secas como el maní y también en alimentos como el pescado, carnes, huevo, leche, pan integral de trigo, soya y maíz.
El organismo aprovecha mejor el hierro, cuando se combina con otros minerales como el fosforo y el cobre. Algunas sustancias pueden neutralizar la absorción del hierro, como el café y la ingestión excesiva de fósforo y zinc. Una deficiencia de hierro, puede provocar resfriados frecuentes, estreñimiento, fatiga, anemia, dificultades respiratorias, uñas quebradizas y débiles.
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